viernes, 18 de febrero de 2011

La importancia de un buen drenaje para mejorar el terreno

Saber actuar dependiendo del tipo de suelo del que se disponga


Conocer el tipo de suelo con el que cuenta cualquier jardinero para trabajar es fundamental, pero una vez sabido esto igualmente importante es saber el tipo de acondicionamiento que necesita para mejorarlo. Algo esencial en cualquier terreno es asegurar un buen drenaje y la manera de obtenerlo estará en función del suelo que se tenga.

-         cuando se encuentra ante suelos arenosos, verá como el drenaje que se produce es excesivo, de tal manera que el terreno no retiene el agua obligando así a regar constantemente para que las plantas puedan absorber un mínimo de agua.
-         si por el contrario dispone de un suelo pesado, arcilloso, que a duras penas logra drenar el agua, el peligro está en la posibilidad de que el agua se estanque alrededor de las plantas y las acabe ahogando por la falta de oxígeno.

Ambas situaciones son negativas y deben ser contrarrestadas llevando a cabo las acciones oportunas. La solución más fácil se presenta en el primer supuesto (suelos arenosos) ya que añadiendo una capa importante de materia orgánica para que se acumule mínimamente el agua que necesitan las plantas, podría bastar para evitar que los diferentes ejemplares se sequen. Sin embargo, esta tarea es laboriosa porque dicha capa requiere ser repuesta periódicamente, sobre todo en los meses del año en los que aprieta con más fuerza el sol.

En el supuesto de que disponga de un suelo arcilloso la solución pasa por mejorar la estructura con ayudas de cultivo. Las posibilidades son varias y muchas de ellas complementarias:

-         desfonde por zanjas: rompiendo o aireando el suelo con la ayuda de una horca o un pico.
-         manteniendo una estructura de por grumos a la que se añadirá habitualmente materia orgánica.
-         encalar con arena caliza o yeso: el aporte de este elemento se realizará sobre la propia superficie y se aplicará con una pala. Rechazar la posibilidad de utilizar cal viva porque ésta resulta demasiado agresiva.
-         drenaje artificial: suele ser caro y requiere mucha mano de obra. La posibilidad más sencilla consiste en realizar zanjas de más de medio metro de profundidad, las cuales se rellenarán de piedras hasta 20 centímetros antes de llegar a la superficie.
-         bancales elevados: se trata de aumentar el nivel del suelo a base de añadir tierra vegetal de calidad bien en las zonas concretas de cultivo o si el jardín es pequeño, sobre todo el terreno.

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